Un extraño diciendo cosas extrañas

Un extraño hombre es acompañado por su sombra. Se añade a esta condición una maleta y una vela encendida, quizás como símbolo de un viaje como también de una perdida.

 

En esas dimensiones humildes que supone una vela encendida, se exponen textos como un combate urgente, se revelan permanentemente con sus propias desesperaciones.

 

En ese mismo sentido, en ese mismo rincón de luz que protege la oscuridad, asiste una máscara que huele a muerte o vejez. La verdadera razón es un hombre fiel a su sombra o su sombra a él. La sombra, símbolo del yo, la soledad, la intimidad de la locura, la sombra compañero y muerte.

 

Quizás los cuentos digan más de ellos…